Mientras mantiene en vilo a la teleaudiencia que no sabe aún en que canal lo verá, Marcelo Tinelli eligió homenajear a sus más amigos con un viaje seductor: festejar los 53 en París como parte de un tour europeo con ribetes futboleros.
El particular estado de salud que atraviesa su mezcla de amigo y hermano, Federico Ribero, lo llevó a privilegiar este programa sin que ello signifique menospreciar a su novia, Guillermina Valdés.
Los elegidos por el conductor para compartir la aventura, que luego continuó por Madrid y otras ciudades europeas, no son nombres difíciles de adivinar, porque pertenecen a su círculo más íntimo, comenzando por su primo, Luciano “Tirri” Giugno, y siguiendo por Ribero, Hernán de Laurente, Ignacio “Nacho” Munafo, Lautaro Mauro, y Fabián Scoltore, director de la productora Ideas del Sur y mano derecha laboral. Y si bien el pacto era viajar sin mujeres ni hijos, sí se le permitió a Ribero llevar a su heredero, Stefano (8), ya que Federico tenía una larga promesa no cumplida con él de acompañarlo a ver partidos de la Champions League.
Fue precisamente ese torneo, el certamen de clubes más prestigioso de Europa, uno de los objetivos centrales del tour. Con una agenda de partidos envidiable, que empezó precisamente en Paris con un duelo que todos querían ver: el martes 2, en el Parque de los Príncipes, el Paris Saint Germain de los argentinos Ezequiel Lavezzi y Javier Pastore, contra el Barcelona de Lionel Messi y Javier Mascherano.
Después del partido, ya en plena noche parisiense, Tinelli se dio el gusto de compartir una cena grupal con el “Pocho” Lavezzi, a quien recuerda por su exitoso paso por San Lorenzo. La comida tuvo lugar en el hotel Costes, exclusivo refugio VIP sobre la Rue Saint-Honoré, donde todos revivieron el duelo y empezaron a anticipar la revancha que se jugará en Barcelona.
Así, el conductor se dio el lujo de festejar su cumpleaños en París, y a lo grande.
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